

MARIA CRISTINA TOBÓN
Bogotá necesita de ti
La semana pasada, en uno de esos días en los que llueve fuertemente y el tráfico es un caos, venía de regreso de la oficina y me encontré con una señora y su hijo de 3 años. Ambos iban sin sombrilla en medio del diluvio universal que caía.
Al ver esa imagen y ver como la gente pasaba por encima de ellos, sin ni siquiera voltear a mirar, decidí acercarme y ofrecerles mi sombrilla. Al principio su cara fue de asombro e incredulidad, pero después de acompañarlos dos cuadras hasta su destino, la señora me expresó su agradecimiento.
Al llegar a mi casa me surgió una reflexión sobre lo que pasa a diario en nuestra ciudad: todos los días vivimos con estrés por el tráfico denso, vivimos con miedo y prevención para que nadie nos vaya a robar. Así que pensé en cómo sería nuestra ciudad si cada uno dejara de quejarse tanto y empezáramos a poner nuestro granito de arena para ayudar a que Bogotá sea una ciudad más amable.
¿Qué pasaría si todos los ciudadanos nos comenzamos a solidarizar con el otro, si dejamos la indiferencia a un lado, si tratamos de voltear a mirar al lado y sonreírle a la persona que va al lado nuestro en el bus? seguramente seríamos una ciudad diferente, más amable y con seguridad haríamos los días más fáciles y llevaderos en una ciudad en la que parece que no hubiera salida al caos en el que vivimos.
Así que estoy segura que Bogotá necesita de todos, necesita que todos pensemos un poco más en ella y dejemos de criticarla y juzgarla. Que colaboremos para vivir un poco más en armonía y que le retribuyamos un poco de lo que nos ha dado.
Estoy convencida que los problemas de nuestra ciudad no sólo radican en si tenemos a X o Y Alcalde gobernando, también radica en que todos tengamos sentido de pertenencia y nos preocupemos por aportarle a una ciudad que nos abre sus puertas a las oportunidades de emprender todos los días.
MARIA CRISTINA TOBÓN
¿A la Alcaldía de Usaquén le importa la Propiedad Horizontal?
El pasado 29 de marzo, durante la rendición de cuentas de la Alcaldía Local de Usaquén, la administración local distribuyó entre los asistentes piezas publicitarias invitando a participar en la elección del Consejo Local de Propiedad Horizontal de Usaquén. Como la información no era del todo precisa, me acerque a una de las Oficinas de la Alcaldía para que me aclararan algunas dudas. La asamblea de elección del Consejo estaba programada para el día 10 de mayo. Tomé la decisión de inscribirme como candidata porque me preocupan los temas que afectan a los residentes de las propiedades horizontales como el hurto a residencias, los conflictos de convivencia, el impuesto predial y el uso del suelo.
Hasta ese momento, la organización de la elección funcionó, pero el día 9 de mayo recibí un mensaje de la Alcaldía Local en el que se me informaba que la elección había sido aplazada. A partir de ese momento, he visitado en dos oportunidades las oficinas de la Alcaldía Local para solicitar nueva información y no me han atendido y por el contrario se me ha negado la información y se me ha tratado de manera displicente. Considero que los ciudadanos que participamos activamente con el ánimo de contribuir al bienestar de Usaquén merecemos respeto e invito a la Alcaldía a explicar qué pasó con el Consejo de Propiedad Horizontal.
MARIA CRISTINA TOBÓN
El que persevera alcanza
En el año 2012 tuve la oportunidad de asistir a los cabildos de malla vial de mi localidad, Usaquén. En estos espacios se escoge por votación de los ciudadanos cuáles son las vías a priorizar para que se preste el mantenimiento vial que es debido. Así mismo, se escogen voluntariamente veedores entre los mismos ciudadanos para que hagan un control y seguimiento a las obras. Ese año participé en nombre de todos aquellos residentes de mi localidad que por falta de información o simple pereza no asisten y fui en su representación para lograr que incluyeran la mayor cantidad de vías posibles que requirieran intervención.
Me postulé como veedora, convencida de que tenía una gran responsabilidad sobre mis hombros. Sin embargo, a la fecha (9 de junio de 2014), dos años más tarde, no tengo conocimiento sobre el avance las obras definidas en los cabildos de 2012. Me llamaron un par de veces a citarme a reuniones de veedores pero estas fueron canceladas. Posteriormente, decidí enviar un derecho de petición preguntando en qué iba el proceso y cuántas vías ya se han pavimentado de acuerdo a lo establecido en los cabildos. Dicha comunicación la envié el día 7 de abril de 2014 a la Alcaldía Local de Usaquén, pero no me han dado respuesta satisfactoria a mis preguntas. Han dilatado todas las respuestas remitiéndolo a la Oficina Jurídica de la Alcaldía Local.
Pero a lo que voy con todo esto es que uno no sabe si el dicho que dicen todos los abuelos de "mijita, el que persevera alcanza" es suficiente con una Administración que a la que al parecer poco le importamos los ciudadanos o si más bien debo tomarme una pastilla amnésica para olvidar este episodio y conformarme año y medio más con una Alcaldía Local que mucho dice y poco ejecuta.
Creo que optaré por la frase de mi abuelo, porque si bien agota mi paciencia la falta de respuesta por parte de los funcionarios, también puedo agotar la de ellos enviando cartas a la Personería Distrital, hasta que puedan responderme y de esta manera yo pueda responderle a las personas que confiaron en mí para que los representara. Si bien no soy Edil, sí soy soy una convencida de que la política no se debe hacer sólo en campaña, sino que debe hacerse todos los días. Y para mí estas acciones son la Política. Así que por ahora seguiré aplicando la frase sabia: "El que persevera alcanza".
¡Es más seguro nadar entre tiburones, que caminar en Bogotá!
Las cifras de hurtos y atracos en nuestra ciudad parecen incrementar notoriamente. Pero no sólo las cifras aumentan, también la percepción de que vivimos en una ciudad en donde salir a caminar resulta más inseguro que nadar en medio de tiburones blancos. Todos nos preguntamos a diario, ¿dónde está la Policía?, ¿por qué no son tan eficientes?
No me considero una experta en temas de seguridad, pero sí una ciudadana preocupada y asustada con esta situación, por lo que me voy a atrever a responder estas inquietudes.
Hace unos días visité en la localidad de Usaquén el Barrio La Uribe, un barrio con una zona residencial agradable, con algunas tiendas de barrio y un parque. En principio, la primera imagen que se tiene de la zona es de ser un barrio bonito y tranquilo, pero cuando uno comienza hablar con los comerciantes del sector todos expresan una gran preocupación y coinciden en que este lugar, que parecía ser el más amigable con sus residentes, se ha convertido en un expendio de drogas, donde cada día alguien resulta ser víctima de la inseguridad, de cientos de atracos y donde una banda dedicada al micro tráfico cobra víctimas desde niños hasta ancianos a diario.
Y la respuesta resulta ser más sencilla de lo que parece: La Policía no logra ser tan efectiva como quisiera ser, no porque todos sean unos corruptos y estén aliados con los delincuentes, simplemente nosotros los ciudadanos, los que deberíamos defender Bogotá de “los malos”, tenemos miedo y pereza de denunciar. Entonces los mismos policías no hacen la suficiente presencia porque para ellos, las estadísticas no demuestran que esta zona tan insegura como en realidad es. Si bien no estoy defendiendo a la Policía y no estoy culpando, ni mucho menos, a los ciudadanos que sienten que pierden su tiempo cuando denuncian, simplemente quiero concientizar a las personas que como yo aman Bogotá y no quieren seguir siendo testigos de su destrucción, de no tener miedo a denunciar porque precisamente eso es lo que necesitamos para que la Policía pueda hacer presencia y redoblar esfuerzos en zonas que ellos creen son menos inseguras. Igualmente el llamado es para la Alcaldía Local para que se hagan dolientes de todos nosotros los residentes de Usaquén y unan sus esfuerzos de cooperación para poder acabar con esas pandillas que tanto daño nos hacen.
Así que mi invitación es a no quedarnos callados, a no seguir siendo indiferentes, y que nuestra voz de protesta no sólo sea en una reunión con amigos sino que se convierta en una voz de solidaridad y cooperación con Bogotá.